Amoresss! El tiempo de vacaciones sería ideal sino fuera por el soporífero calor propio de esta estación, recién llegada de mi periplo Americano al tiempo que deshacía mis maletas, rehacía la maleta para marcharme unos días de descanso por la Costa Azul y por Italia.

Os juro que no planifiqué nada, sin haber recuperado las hora de sueño y luchando contra el jet lag,  opté por dejarme llevar, solo pensé acerca del viaje cuando tenía una y mil dudas sobre que debía llevarme para caminar cómoda y con estilo, el resultado no pudo ser mejor 😉

Vestidos cortos, shorts, faldas midi, sandalias, sombreros, tops de gasa, jumpsuit, gafas de sol, y lista para descubrir y saborear cada lugar!

Aterricé en Niza, paseo de rigor para descubrir que esta ciudad sigue conservando el encanto que me enamoró cuando fui hace 18 años.

Seguimos el camino dirección Lago Maggiore en Stresa, Italia, me quedé impresionada de la belleza de esta zona y de las vistas de mi habitación a las tres islas: Isole Bella, Isole Madre, Isole Pescatori.

Os recomiendo el Hotel Villa & Palazzo Aminta, en un enclave único y con unas vistas que invitan a quedarse,  y un personal súper atento y pendiente de cada uno de sus huéspedes, no os perdáis el tour que organizan por las tres islas de la familia Borromeo, y aprovechar para organizar una cena romántica en el exclusivo Restaurante Verbano, súper simpático el señor que recoge en los diferentes hoteles de la zona en su lancha.

Después de unos días románticos y de descanso nos desplazamos a la

Capital de la moda, Milan, imaginar mi cara de felicidad. Nos quedamos en el Madarin Oriental, en pleno corazón de la ciudad, y en el meollo de las vías de la moda más importantes: Manzoni y Monte Napoleone.

De shopping os diré que he vuelto muy calmada, o quizás sea producto de todo el sobrepeso que me tocó pagar a la vuelta de Nueva York, me he vuelto más consciente, comprar por comprar no vale!

Os recomiendo ir a cenar o comer a Maio un lugar espectacular con unas vistas a la catedral que quitan la respiración, cenar cené poco, pero tomé millones de fotografías mentales al Duomo.

Tras una larga mañana y con vistas a cenar en el restaurante Seta del chef con estrella michelin Antonio Guida, necesitaba un tentempié de medio día y curiosamente me sorprendió lo pronto que cierran la cocina, a las 14.30, entramos sin mucha fe en un lugar muy milanés y elegante, me visualizaba comiendo en un Starbucks 😉 pero en Larte en plena Vía Alessandro Manzoni nos atendieron y nos sirvieron un vino y unos platos exquisitos, y la decoración modernista han convertido este lugar un favorito en mi agenda 😉

Nuestra última noche fue divertida y llena de anécdotas, partamos de la base que el hotel estaba lleno de famoseo internacional, así que para evitar malos entendidos prescindí de mi teléfono y me dediqué a saborear los exquisitos platos que el equipo del chef Antonio Guida de Seta prepararon con esmero! Os juro que no soy de mucho comer, y al ver el tamaño de los platos pensé que quedaría con hambre, pero al tercer plato ya no podía más! Lo mejor fue el tour que nos hicieron por la cocina, alucinante cómo trabajan 35 personas a un ritmo frenético!

Arrivederci Milano!

P.S. No lo iba a contar, pero todo no es glamour… Nada más sentarme en el restaurante de la isla del Pescador, una osada paloma hizo sus necesidades en mi espalda… Imaginaros mi cara 😉 Me reí y un encantador camarero nos ayudaron a limpiar el desaguisado, que viva mi buena suerte.

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I wasn’t expected to have unforgettable memories from Nice and Milano, life taught me, do not plan, work hard, smile and things come when less expected.

I landed in Nice and very impressed how charming still the city is, eighteen years ago I went with my classmates and had a wonderful days around, just a couple of hours to enjoy the Je ne sais  quoi of the Cotê d’ Azur.

After a quick stroll around we headed to Lake Maggiore in Stresa, Italy, a paradise, with breathtaking views, when arrived to our hotel I fell in love ️.

Hotel Villa and Palazzo Aminta, in front of the Borromean three Islands: Madre, Bella and Fisherman’s Islands, I had an amazing romantic dinner at the Fisherman’s Island, the restaurant had a service to pick the guest up at their hotels and return them back.

After two days sailing, around the Lake it was time for going to Milano! I was impressed with our modern and must visit hotel, and even more impressed when discovered we were staying at Mandarin Oriental, in the heart of the city, around the main shopping streets Manzoni and Monte Napoleone.

I had a blast holidays, the most I visit this city the most I fall in love.

Here my new places!

For a Romantic dinner go to Pescatori  Island (Fisherman), one of the sweetest place to impress your beloved one!

Want to see the Duomo by night, just one block away from Vittorio Emanuele  Gallery, go to Maio and breath art 😉

If needing refuel after a long day shopping, go to Larte, located closed to La Scala.

And if you haven’t got broken after days shopping, book your table at Michelin Starred Seta, a gift for your senses!